lunes, diciembre 17, 2007

El atracón

En estas fiestas y en otras también es común esto de comer más de lo normal, ya sea por que hay mucho para comer, por que no se aguanta la tentación, porque hay mucha actividad social o porque las fechas en particular generan gran ansiedad, sobre todo por comer. Si no se tiene el hábito de hacer ejercicios regulares esto traerá como consecuencia una subida considerable de peso, aparte de eso hay que considerar el mayor consumo de productos carneos con su consiguiente aumento de grasa y toxinas al cuerpo, el consumo excesivo de licores que afectará directamente a nuestro ya apesadumbrado hígado, que decir de nuestro colon.
Como no se puede convencer a todos de convertirse en naturistas, vegetarianos o veganos, al menos lean este artículo extraído desde Alimentación Sana, titulado: ¿Comer calma los nervios? Que les motivará a cuidarse un poco más, para no caer en situaciones que a la larga pongan en peligro su salud y calidad de vida.

Son muchas las personas que se dan atracones alimentarios de vez en cuando. Casi siempre son acciones inconscientes llevadas a cabo para calmar, con alimentos, un estado de ansiedad o de euforia mal canalizados.
Una situación especial de nervios, un cambio importante en la vida, una desgracia o la celebración de algo importante son, entre otras, condiciones que generan la excitación suficiente para buscar en la comida el placer esperado y deseado.
No hay que darle más importancia si se trata de una conducta esporádica y pasajera que responde a circunstancias personales concretas, aunque después del exceso sí que se siente el malestar provocado por la ingesta exagerada y simultánea de comida. Esta conducta se transforma en un trastorno de la alimentación con mayúsculas cuando se llega a perder el control y ocurre a menudo. Es en estos casos cuando la persona afectada ingiere de forma incontrolada grandes cantidades de comida, generalmente en menos de dos horas, pudiendo llegar a tomar en una sola ingesta más calorías de las que necesita para todo un día. Seguir leyendo

Nos vemos pronto.

4 comentarios:

AleMamá dijo...

Todo es verdad....pero lo más dañino es ir acostumbrándose lenta pero inexorablemente los gramso que vamos subiendo de a poco. Fatalmente llegamos al sobrepeso.
Felices fiestas sin excesos :(

Anónimo dijo...

Es cierto, los estados ansiosos ante cualquier cambio nos llevan a comer màs.
Menos mal que soy delgada..ja ja

Zenia

http://imaginados.blogia.com

Laura dijo...

Es cierto que las fiestas nos conducen a la comida. Por aquí, sobre todo a comidas que no son para este clima y que empeoran las cosas. Ni que hablar de la subida de peso!
Pero creo que habría que cambiar la óptica. Las fiestas son para festejar, para estar plenos, luego: ¿porqué el atracón?
Espero estas fiestas nos alimenten el alma más que la panza.
Abrazos

Gerardo González García - triplege - dijo...

Laura tienes mucha razón, son fiestas y hay que pasarlo bien, pero no hay que perder la conciencia. Un abrazo.