jueves, diciembre 14, 2006

Chinos, campeones de la copia


Es sorprendente como China lo copia todo, diseños de marcas automotrices de renombre, como Mercedes Benz, Peugeot, entre otras, lo mismo hace con los diseños creados por marcas deportivas como Nike, Adidas; en fin. Para ellos no existe el concepto MR (marca registrada) o Copyright. Una muestra más de esta fuerte industria asiática que está copando los mercados del mundo a pesar de las restricciones que imponen los estados del mundo, es este extracto de un artículo que se titula: ¿Sabías que el sur de la China es el mayor productor de obras de arte del mundo? Y a continuación parte del artículo:
En Dafen, un pueblo de pintores en la provincia de Shenzhen a 30 kilómetros de Hong Kong, más de 8.000 artistas producen anualmente cinco millones de cuadros para la exportación, copiando obras de maestros como Van Gogh, Leonardo Da Vinci, Picasso y tantos otros. Los trabajadores más rápidos consiguen pintar hasta 30 cuadros al día.El primer taller de pintura fue fundado por el propietario de una impresora en Hong Kong en 1986. Ahora existen más de 400 talleres similares en esta localidad conocida como Villa de Pintura al Óleo de Dafen. En todos ellos hay miles de hombres y mujeres jóvenes del sur de China que producen anualmente grandes volúmenes de cuadros. Son los llamados “pintores-trabajadores” que pueden llegar a trabajar 10 horas por día los seis días de la semana. seguir leyendo.

martes, diciembre 12, 2006

Tsunami


Siguiendo con la muestra de trabajos plásticos que he realizado, presento ahora este plato de terracota modelado en arcilla el año 1995, con aplicación de esmaltes vitreos y sometido a cocción en horno eléctrico.

lunes, diciembre 11, 2006

Ya cayó, ya cayo, al infierno ya llegó


La noticia ya recorrió el mundo, nos embargan sentimientos encontrados. La alegría que ocasiona la muerte del dictador se mezclan con la decepción de quienes por mucho tiempo esperaron respuestas del paradero de sus padres, hijos y amigos, de quienes esperaron que la justicia hiciera pagar las torturas y atropellos que sufrieron tantos chilenos y extranjeros amigos de Chile. Debo reconocer que el fin de esta alimaña y los actos que se hacen por su fin me despiertan cierta indignación, fundamentalmente por que aquellos partidarios del régimen, los mismos que en estos últimos años han dado un paso al lado no queriendo hacerse responsables de su complicidad por tanta barbarie cometida por las FFAA y la derecha chilena, el lavado de manos ha sido impresionante, no menos molestia me provoca la ralea de seguidores que una vez más se tomaron las calles, lanzaron monedas y provocaron a los periodistas y reporteros que hacían su trabajo; sin embargo la actitud de la fuerza pública nuevamente contrasta con el tremendo despliegue de fuerzas especiales en Plaza Italia, para evitar que los chilenos bien nacidos festejaran el evento, digo otra vez por que se repite la actitud que tuvieron los fascistas cuando atacaron las embajadas de España e Inglaterra, cuando Pinochet fue detenido en Europa y de donde nunca debió haber regresado para que terminara sus días en una cárcel con presos comunes, como se lo merecía un delincuente y criminal como él. En lo personal nunca esperé nada de esta justicia chilena y terrenal, estoy seguro que después que Pinochet sea cremado se seguirá quemando en el averno, estoy convencido de que ahí se la hará pagar por cada hombre y mujer que sufrió por su causa, por cada moneda robada, por cada calumnia dicha, por su soberbia, por su avaricia, por su maldad intrínsica, la historia lo ha condenado y el cosmos ya lo está haciendo. Deber de cada uno de nosotros es transmitirles a nuestros hijos lo que fue esta parte de nuestra historia, para que en el futuro nadie venga a tergiversar ni a justificar los crímenes de lessa humanidad cometidos por Pinochet y sus esbirros.

Nos vemos pronto.

lunes, diciembre 04, 2006

¿Existen verdaderamente los milagros?

Cuando Jesús avanzaba entre la multitud sintió de pronto una fuerte energía que lo envolvía, giró su cabeza preguntando: ¿Quien me ha tocado? Y observó a una mujer muy enferma, quien sufría constantes hemorragias la cual había tocado su túnica, ella procedía de una alta clase social; sin embargo la enfermedad incurable que la embargaba desde hacía mucho tiempo la estaba matando, por sus características estaba marginada socialmente debido a las costumbres de la época, además del hecho de ser mujer no estaba autorizada a tocar al maestro por la autoridad que el representaba. Quizo entonces tocar solo su ropa, de este modo nadie se daría cuenta de lo que ella había hecho y no sería criticada. Jesús la ayudó a levantarse y le dijo suavemente: Hija, tú fe te ha salvado. Vete en paz haz quedado sanada.

Si analizamos profundamente este hecho hay que pensar en el nivel extraordinario de fe que tuvo esa mujer para sanar, con solo tocar la túnica de Jesús. Aquí no hay magia, hay sanación real producto del creer y del amar. No es la ropa de Cristo la que obra el milagro, no existe ningún fetiche que intervenga en este acto, sólo la creencia profunda en el cambio produjo el milagro.
Hace unos años un hospital en norteamérica realizó una especial encuesta. Se trataba de determinar que aspectos extraordinarios a los tratamientos médicos, podían influir en la sanación de una persona, se estudiaron casos terriblemente específicos de pacientes terminales, extremadamente graves que habían sanado inexplicablemente, si bien no se determinó una razón clara por el estudio científico, las conclusiones determinaron que se había observado un alto porcentaje de supervivencia de aquellos enfermos pertenecientes a alguna fe, sin importar cual y cuyos familiares oraron por su recuperación.
Desde Internet rescaté la siguiente información, se trata del sorprendente caso de Leslie Lemke, en la imagen superior, el cual aparece citado por Guillermo Julio Ruiz Rodríguez, sicólogo y sociólogo cubano quien cuenta lo siguiente respecto a este impactante caso:

"En el año 1950 vino al mundo en los EE.UU. un niño que nació sin ojos, con ceguera total, se le catalogó de nacer casi sin cerebro, algo gravísimo y muy diferente a un autista. Carecía de reflejo de succión, clínicamente no tenía ninguna posibilidad de sobrevida. Sus jóvenes padres lo dejaron abandonado en el Hospital. La Señora Mey Lemke que colaboraba de voluntaria en ese Hospital pidió hacerse cargo de él. Se le dijo que al desconectarlo de la máquina moriría. Ella insistió y lo llevó a casa. Los médicos no pudieron explicarse por qué no murió, allí se manifestó el primer fenómeno inexplicable en Leslie. Pasaron 17 años. Leslie Lemke era un ser vegetal de gran peso y tamaño. Su madre adoptiva que lo adoraba decide comprarle un piano. Trabajo le costaba sentar a Leslie enfrente de él y hacer que en su teclado apoyara las manos. Hacía escuchar a Leslie música clásica. Digo escuchar, pero en realidad un ser así mal puede escuchar. Su mente no tiene forma de comunicarse con el mundo exterior al carecer de cerebro útil que lo conecte al mundo exterior. Una noche La Sra. Lemke y su marido se despiertan al escuchar música. Piensan que la radio se quedó encendida y baja ella al primer piso para apagarla. Con sorpresa ve a Leslie enfrente del piano, ejecutando magistralmente el Concierto para piano de Tchaikowsky. Concierto que esa mañana había “escuchado”. Comprende ella que al fin, el milagro que por 18 años pidió, había sucedido. Ahora Leslie da conciertos benéficos de piano y canto donde imita a Pavaroti, destinados a una Fundación de ayudar a niños discapacitados cerebrales que él fundó. Da charlas, participa en conferencias y cuando se le pregunta sobre cuál es su oración favorita, responde señalando: “Amada creación, en el nombre de Jesús te agradezco día a día las cosas buenas que haces por mí”. Ante la pregunta sobre qué es la música para él, responde diciendo: “La música es amor”. Pienso que las escasas neuronas cerebrales de Leslie se multiplicaron y los portales de salto cuántico se activaron en su cerebro permitiendo a la mente manifestarse de manera brusca luego de un solapado proceso gradual. Lo que sucedió yo no lo entiendo, supera mi limitada capacidad médica racional de imaginación que tan solo logro definir como de “Un Milagro de Amor” inducido de manera cuántica por el amor de Mey Lemke sobre la escasa materia cerebral de Leslie."


Es importante destacar que Leslie Lemke no es autista, si bien lo han clasificado dentro de ese segmento se trata de una enfermedad congénita la cual fue superada, según mi apreciación por el amor y la fe que puso en ello la señora Mey, su madre adoptiva.


Cada cual es libre de creer o no, pero de una cosa estoy cierto. Las situaciones cambian cuando creemos fehacientemente que van a cambiar, recomiendo conocer el pensamiento de Joe Vitale y su libro Mercadotecnia espiritual.


En lo personal soy creyente, pero también me he tenido que convencer que no basta con decir que tengo fe, hay que sentirla en lo más profundo de nuestro corazón al igual que lo hizo aquella mujer que se atrevió a tocar a Jesús, superando todos los miedos impuestos por la sociedad. Es importante tener clara conciencia que son nuestros temores, miedos y ansiedades los que no nos permiten creer, una buena terapia es la propuesta por Fresia Castro y su método Cyclopea de activación de la glándula pineal para vencer estos aspectos y convercernos que los milagros verdaderamente existen.


Nos vemos pronto.

viernes, diciembre 01, 2006

Víctimas en el aula


El hostigar a un compañero de curso es una práctica tradicional en los colegios, colocar motes, tirar las mochilas por la ventana, esconder alguna prenda de vestir, hacer zancadillas o lisa y llanamente golpearlo.
Mientras mayor la cantidad de estudiantes en una sala, mayores son las posibilidades que se generen este tipo de conductas sin que los profesores o los encargados puedan estar atentos a estas situaciones.
La situación se agrava cuando existen grupos concertados para molestar a un individuo o grupo de estudiantes, los que por sus características físicas o emocionales son más vulnerables a este tipo de situaciones. Siempre aquellos estudiantes más introvertidos o retraídos son los más afectados.
¿Qué es lo que hace que un niño o joven se sienta con derecho a abusar de otro? Razones pueden existir muchas, maltrato, complejos de inferioridad, inmadurez, resentimiento, envidia, todos elementos que también se pueden observar en algunos adultos que ejercen sobre sus semejantes acciones similares cuando tienen alguna autoridad.
¿Pero que pasa con la victima de estas agresiones, que pasa con su autoestima y con sus sentimientos hacia los demás? ¿Por qué calla? De verdad se genera un extraño código de honor del silencio. “No te acuso por que es mi culpa que tú me trates de esa forma”
En cierto modo el agredido justifica al o los agresores, ya que ha desarrollado un sentimiento de culpa muy profundo.
Recientemente con estupor conocimos el caso de Pamela Pizarro, estudiante de octavo básico de un liceo de Iquique quien tomó la drástica determinación de suicidarse a raíz de las constantes amenazas e insultos que le proferían sus compañeras. Después de su muerte, mientras sus padres la velaban aparecían en su fotolog sádicos comentarios festejando su decisión. No cabe otra reacción que horrorizarse al sentir la odiosidad de estos actos, asombrarse y cuestionar. ¿Qué objetivos transversales, que valores se entregan en la educación? ¿Y si se entregan que fuerza tienen contra la envidia, la competencia y otras realidades del aula?
¿Somos los adultos concientes del alcance de esta situación y que pueden estar viviendo nuestros hijos o hijas, ya sea como victimas o victimarios? Debemos estar alerta por las secuelas que estas actitudes pueden generar, consultar a nuestros hijos acerca de lo que hacen y les sucede en el colegio u otro lugar es clave.
No importa si el colegio es mixto o de escasos recursos o religioso, da igual, el matonaje está en cada uno de ellos.
Personalmente en el colegio que hice la secundaria viví experiencias similares, colegio de hombres y católico. Ahí sufrí discriminación y hostigamiento tanto de algunos compañeros e incluso de algunos profesores. Si bien no fue una experiencia absolutamente traumante no he hecho ningún esfuerzo por reunirme con ellos a pesar que existen instancias para ello, la verdad no me interesa a pesar que algunos fueron excelentes compañeros y algunos absolutamente destacables por sus valores y su entrega humana. Pero son valores que fueron heredados de sus familias, dentro de hogares sanos y bien constituidos, no del colegio independientemente de que los predicara (fraternidad, lealtad, etc.).
En fin e insistiendo con el punto, clave en este aspecto es la comunicación y esta iniciativa debe nacer de los adultos, no podemos esperar que venga de ellos sobre todo si estas situaciones los atormentan y no los dejan hablar.
Nos vemos pronto.