Hace pocos minutos que recibí la noticia del fallecimiento de mi abuelita María, quien se encontraba postrada hace ya muchos años y estaba pronta a cumplir 100 años. A diferencia de muchos quizás, su partida no me apena, su sufrimiento era también el mío y de mi familia más cercana. Ruego a Dios y ruego al Universo para que sea liberada definitivamente de todo mal, sufrió bastante en esta vida, fue una abuela querendona y malenseñadora también, como lo son muchas abuelas, tuvo nueve hijos de los cuales seis sobreviven, pero de poco sirvió, tuvo treinta y ocho nietos, pero de poco sirvió. Su partida me alegra, tendrá una nueva oportunidad, así sea.
4 comentarios:
La existencia es tristeza. Compréndelo y vé más allá de la aflicción. Ese es el camino de la luminosidad. (El Dhammapada de Gautama El Buda). Fue lo que leí inmediatamente después de leer lo de tu abuelita en tu blog... certeza absoluta sobre lo de una nueva oportunidad, que así sea. Un abrazo!!
El Dhammapada es el camino de la Ley,más allá del Karma,que así sea.
Un abrazo para ti querida amiga.
Yo, en agosto del año pasado perdí a mi padre. Lo que me queda es pensar que dentro de algunos años, los míos, los que me quedan por vivir, cuestión de tiempo... volveré a verlo y que a él, aunque le eche de menos físicamente lo tengo de otra manera.
Un abrazo fuerte.
Publicar un comentario