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Son muchas las personas que se dan atracones alimentarios de vez en cuando. Casi siempre son acciones inconscientes llevadas a cabo para calmar, con alimentos, un estado de ansiedad o de euforia mal canalizados.
Una situación especial de nervios, un cambio importante en la vida, una desgracia o la celebración de algo importante son, entre otras, condiciones que generan la excitación suficiente para buscar en la comida el placer esperado y deseado.
No hay que darle más importancia si se trata de una conducta esporádica y pasajera que responde a circunstancias personales concretas, aunque después del exceso sí que se siente el malestar provocado por la ingesta exagerada y simultánea de comida. Esta conducta se transforma en un trastorno de la alimentación con mayúsculas cuando se llega a perder el control y ocurre a menudo. Es en estos casos cuando la persona afectada ingiere de forma incontrolada grandes cantidades de comida, generalmente en menos de dos horas, pudiendo llegar a tomar en una sola ingesta más calorías de las que necesita para todo un día. Seguir leyendo
Una situación especial de nervios, un cambio importante en la vida, una desgracia o la celebración de algo importante son, entre otras, condiciones que generan la excitación suficiente para buscar en la comida el placer esperado y deseado.
No hay que darle más importancia si se trata de una conducta esporádica y pasajera que responde a circunstancias personales concretas, aunque después del exceso sí que se siente el malestar provocado por la ingesta exagerada y simultánea de comida. Esta conducta se transforma en un trastorno de la alimentación con mayúsculas cuando se llega a perder el control y ocurre a menudo. Es en estos casos cuando la persona afectada ingiere de forma incontrolada grandes cantidades de comida, generalmente en menos de dos horas, pudiendo llegar a tomar en una sola ingesta más calorías de las que necesita para todo un día. Seguir leyendo
Nos vemos pronto.
4 comentarios:
Todo es verdad....pero lo más dañino es ir acostumbrándose lenta pero inexorablemente los gramso que vamos subiendo de a poco. Fatalmente llegamos al sobrepeso.
Felices fiestas sin excesos :(
Es cierto, los estados ansiosos ante cualquier cambio nos llevan a comer màs.
Menos mal que soy delgada..ja ja
Zenia
http://imaginados.blogia.com
Es cierto que las fiestas nos conducen a la comida. Por aquí, sobre todo a comidas que no son para este clima y que empeoran las cosas. Ni que hablar de la subida de peso!
Pero creo que habría que cambiar la óptica. Las fiestas son para festejar, para estar plenos, luego: ¿porqué el atracón?
Espero estas fiestas nos alimenten el alma más que la panza.
Abrazos
Laura tienes mucha razón, son fiestas y hay que pasarlo bien, pero no hay que perder la conciencia. Un abrazo.
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